jueves, 20 de junio de 2013

Lanzamiento de la Red Internacional de Feministas


Interesante proyecto de una Red de Feministas a escala internacional que intenta consolidarse que también desde la Asociación Rural de Mujeres Tiemar difundimos y al que nos sumamos. La suma de esfuerzos es lo que da la fuerza.
Logo


  • Somos militantes feministas francesas, canadienses, alemanas, tunecinas, marroquíes y españolas que hemos participado en diversas movilizaciones en defensa de los derechos de las mujeres (igualdad profesional, derechos sexuales y reproductivos, lucha contra contras violencias) y estamos reflexionando sobre la mejor manera de conectar a las activistas feministas de todo el planeta.
  • Nos planteamos crear en una plataforma web un “mapeo” feminista, que permita poner en red a las asociaciones feministas y a las activistas de los diferentes continentes.
  • El objetivo es hacer visibles a las feministas (protegiendo aquellas que quieren mantenerse en el anonimato) y mostrar la fuerza que representan tanto en cada país como en el ámbito internacional.
  • En un contexto económico difícil en el que los derechos de las mujeres son cuestionados de manera cotidiana nos parece importante unir nuestras fuerzas para hacernos entender.
  • Os proponemos sumaros a este proyecto que tiene vocación de ser multilingüe.
  • Si esta idea le interesa, te sugiero que te registres a través de este formulario
  • Puedes optar por recibir información o para participar en el grupo de trabajo.
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sábado, 15 de junio de 2013

La lucha continua. Por Teresa Mollá



El sábado precisamente hablaba con una amiga sobre las formas emergentes de transmitir el feminismo.
Quizás las formas sean nuevas, pero el fondo es el de siempre: La reivindicación de la igualdad real y en todos los ámbitos de mujeres y hombres. Y en los tiempos que corren en España y con la que nos está cayendo de recortes, reformas, ajustes y demás eufemismos de la jerga política del PP, lo realmente importante es no desnortarse con las formas.
A mi particularmente me da igual que los actuales movimientos sociales se llamen como quieran siempre que incluyan entre sus referencias reivindicativas irrenunciables la igualdad de oportunidades y derechos entre mujeres y hombres.
Si la defensa de la igualdad real no está presente en sus reivindicaciones, desde mi punto de vista ocurren varias cosas. A saber:
    •   -  No deberían llamarse movimientos sociales puesto que se olvidan de más del 50% de la población que somos las mujeres.
    •   - Sus reivindicaciones, por muy solidarias que puedan presentarse, no engloban las necesidades de toda la población y por tanto pierden valor.
    •   -  Al no englobar a toda la sociedad, aunque sólo sea en las formas se vuelven excluyentes y por tanto menos “sociales”.

La actual crisis europea ha sido un acicate para la aparición de diferentes movimientos contestatarios al actual sistema de partidos político que esta caduco y es demasiado rígido.
Estos movimientos que promulgan un sistema político más participativo y menos representativo, con demasiada frecuencia caen en la trampa de la teoría de “que esté quien valga sea mujer u hombre”. Esta perversa afirmación esconde otra perversión aún mayor: la de dar carta de naturaleza democrática a las trampas que el patriarcado nos sigue poniendo cada día a las mujeres para conseguir una verdadera igualdad.
Al no tener puntos de partida igualitarios puesto que los potentes elementos socializadores actúan sobre cada persona heteroasignándola desde incluso antes del momento de nacer, se nos va construyendo como mujeres u hombres sin tener en cuenta nuestras propias necesidades o deseos. Así, desde el orden simbólico o desde el real se construyen paradigmas de lo que han de ser los hombres y lo que se espera de ellos y de igual modo para las mujeres.
Esos diferentes puntos de partida que son sociales y que no elegimos, llevan implícitas las desigualdades de las que hablo y por tanto aunque se haya estudiado la misma carrera, se haya crecido en ambientes sociales similares, etc. mujeres y hombres no son iguales y por tanto unos tendrán mayores ventajas para ocupar esos espacios públicos que otras. Y es así porque a las mujeres, históricamente se nos ha relegado al espacio doméstico y privado. También y durante muchos siglos se nos ha impedido tomar la palabra en público y estos handicaps siguen vigentes pese a que haya gente que se empeñe en decir que la igualdad real se ha conseguido.
De ese modo, no me vale el sistema del “que esté quien valga sea mujer u hombre”, puesto que ya de partida las mujeres salimos perdiendo por esa socialización de la que hablaba y que nos heteroasigna sistemáticamente.
Por tanto y volviendo al inicio, los movimientos sociales asamblearios o no que han surgido y que están surgiendo han de tener claros estos factores e incluir en su lista de cambios sociales a conseguir la igualdad plena y en todos los planos entre hombres y mujeres para ser realmente representativos de una sociedad desigual que se pretende cambiar. De lo contrario, se les podría aplicar aquello de “los mismos perros con distintos collares” puesto que pretenden cambiar un sistema de privilegios de clases sociales, pero mantener el sistema de privilegios consagrado por el patriarcado y que se les otorga a los hombres preeminencia en detrimento de los derechos de las mujeres.
Si queremos de verdad cambiar los cimientos de la sociedad, primero tendremos que cambiar los cimientos de nuestra conciencia personal y colectiva, y asumir que aún hoy, en los primeros años del siglo XXI, la desigualdad entre mujeres y hombres es una consecuencia de las trampas que aún hoy nos sigue poniendo el patriarcado para continuar existiendo.
Y precisamente por eso, la lucha por conseguir la igualdad real y en todos los ámbitos ha de incorporarse a las reivindicaciones de esos nuevos movimientos sociales emergentes. De lo contrario, seguirán representando al patriarcado, eso sí, con rostros más jóvenes y discursos aparentemente renovados pero que en el fondo se siguen olvidando de los intereses de más de la mitad de la población: Las mujeres.

Tere 2013
Ontinyent, 10 de junio de 2013.
Teresa Mollá Castells
Experta en género y creadora del blog "Mujeres sabias y brujas"

martes, 11 de junio de 2013

TIEMAR sigue viva gracias al voluntariado

NOTA DE PRENSA

LA ASOCIACIÓN RURAL DE MUJERES TIEMAR sigue viva gracias al voluntariado

El pasado 7 de junio de 2013, la Asociación Rural de Mujeres Tiemar celebró en Playa Honda, su Asamblea General en la sede social sita en la Plaza Santa Elena en la que su Presidenta Vicenta Monge, aprovechó para agradecer la colaboración de las socias presentes y se dio a conocer la Memoria de Actividades  y Económica del 2.012, así como la previsión para este 2013.

Durante el pasado 2012, la Asociación Rural de Mujeres Tiemar ha estado presente y ha participado activamente como miembro de CIVITAS, ADERLAN, del Consejo Sociocultural de San Bartolomé, del Consejo de la Reserva de la Biosfera, de la Comisión Insular de Lanzarote ¨No al Petróleo¨, del Foro Contra la Violencia de Género de Lanzarote, de la Plataforma de Acción Feminista Canaria así como de la mesa de Seguimiento de las Víctimas Violencia de Género de San Bartolomé y en todos aquellos foros en los que ha sido invitada.

“Ha sido un año difícil, lleno de dificultades pero que me ha demostrado que el espíritu de Tiemar es capaz de superar todas las adversidades que se le presenten. No tengo más que palabras de agradecimiento para las técnicas y el voluntariado que han hecho y siguen haciendo posible que el Centro de Atención a la Mujer de Tiemar siga vivo, y puedan seguirse atendiendo a las Mujeres Víctimas de Violencia de Género, y a Mujeres y Hombres que se han acercado a nuestra cede solicitando atención laboral, jurídica, social, psicológica, formativa, así como para participar en las actividades que hemos desarrollado durante los doce meses del año”.

Las restricciones económicas han tenido un gran impacto en políticas de igualdad y para la Asociación ha supuesto afrontar el 2.012 con una subvención de 19.500 euros del Cabildo Insular de Lanzarote que se dedicó íntegramente a la contratación de personal cualificado, asumiendo el pago de los gastos corrientes gracias a las cuotas de las socias y rifas además de pequeñas aportaciones recibidas desde el Ayuntamiento de Arrecife y Teguise por talleres impartidos en dichos municipios.

En el 2013 la Asociación Rural de Mujeres Tiemar seguirá con su programación mensual de actividades y talleres impartidos por voluntarias y voluntarios, contando este año con la especial colaboración del Centro de Enseñanza Millenium. Igualmente se continuará con la atención individualizada que hacen nuestras técnicas voluntarias (psicóloga, jurista y trabajadora social) “A pesar de las dificultades económicas afrontamos el 2013 con ilusión, sabemos que el apoyo de las instituciones públicas es limitado pero necesario para sobrevivir dignamente en los tiempos de crisis que vivimos, y atender la demanda social que hoy por hoy nos desborda.”


Igualmente, en dicha Asamblea se acordó celebrar Asamblea Extraordinaria el próximo 21 de junio, a las 18:00 horas en primera convocatoria, y a las 18:30 horas en segunda para la celebración de nuevas elecciones a Junta Directiva.

miércoles, 5 de junio de 2013

Sinergias feministas.

Sin saberlo, he sido feminista desde siempre.
Tomé conciencia de ello poco a poco, de manera intuitiva.
Me creía una joven de izquierdas, luchadora, me comía el Mundo. Era feminista.

Desde pequeña, mi padre me había enseñado aquello de Libertad, Igualdad, Fraternidad. Me llevaba los sábados al cine-forum en la sede de la UNESCO, en Tirso de Molina. Me hizo coger el gusto a la lectura, debatiendo juntos. Me hablaba de todo lo que significaba en la vida,la Educacion y la Formación. Me decía que los hijos y las hijas de las familias obreras tenían el mismo derecho a ir a la Universidad que aquellas y aquellos de las ricas. Me hacía viajar mentalmente recorriendo el Mapa político de Europa.Me enseñaba a ser independiente de una manera curiosa: los domingos me llevaba al metro, sacaba dos billetes, me daba uno a mí, me mostraba en el plano una parada indicándome que allí me esperaba. Viajaba sola hasta la meta. Al salir, compraba la prensa y nos sentábamos a leer.

De joven, di mis primeros pasos en los Sindicatos como Secretaria en el  Comité de Empresa de mi primer trabajo  (allá por el 1.977), Me sentía pletórica y orgullosa de los logros conseguidos. Luchaba por todas y por todos.

Nunca he parado de ser reivindicativa, luchadora, aún sufriendo en lo personal,  con mis propias contradicciones, mis subidas y bajadas, mis idas y venidas.

Pertenezco a esa generación que vivió los últimos coletazos del Franquismo, y luchamos en las calles, en los campus universitarios, en las fábricas, en las empresas por alcanzar esas libertades que trajo la Democracia.
Derecho a hablar sobre cualquier tema social, cultural, político, sin miedo a que te metieran en comisaría.
Derecho a decidir libremente tu vida sexual y reproductiva. Las primeras píldoras anticonceptivas las traíamos de Francia, Inglaterra. Teníamos que ir a abortar a Londres y/o Amsterdam, con el miedo en el cuerpo de lo ilegal, y, con el añadido del esfuerzo económico que suponía; y, siempre que tuvieras el conocimiento de la existencia de ayuda como  la ofrecida en la clínica DATOR.
Derecho a un trabajo digno.
Derecho a la Educación Pública y Gratuita.
Derecho a la Sanidad Pública.
Sencillamente, Derecho a los ¨Derechos Humanos¨, tras la opresión de los cuarenta años de Dictadura.

Hoy, con las políticas ultraconservadoras de la Derecha que nos gobierna, las feministas necesitamos más que nunca alzar nuestras voces en defensa de los derechos de las mujeres que están siendo arrancados de cuajo tras tantos años de lucha.
Necesitamos un resurgimiento de los movimientos de defensa de las mujeres y del feminismo como respuesta a esta gravísima situación: anti-aborto, educación religiosa y segregada, Universidad para ¨pudientes¨,  incremento de la violencia machista, paro, desahucios, preferentes, ...

Las mujeres siempre hemos reivindicado una vida mejor para todos y para todas. Hemos tenido protagonismo en las revueltas y movimientos sociales, pues busquemos sinergias feministas.

Vicenta Monge.

martes, 4 de junio de 2013

Mujeres asesinas. Por Miguel Lorente

Mujeres asesinas

Por:  11 de abril de 2013
MUJERES ASESINAS
Últimamente hay hombres que se afanan en presentar la violencia que ejercen las mujerescomo si se tratase de una novedad, como si al hablar de violencia de género no se reconociera que hay mujeres que también utilizan la violencia, y que pueden hacerlo con resultados dramáticos. Por ello ante cada “presunto homicidio” de una mujer por su pareja (estos homicidios siempre son presuntos), en lugar de condenar lo ocurrido o mostrar su rechazo, se dedican a recopilar “homicidios seguros” (en estos homicidios nunca hay dudas) de mujeres que matan a hijos, parejas, vecinos… como si descubrieran una situación que para nada es nueva.
Olvidan que hemos crecido en un mundo bañado por una cultura en la que la maldad de las mujeres siempre empujaba las mareas que traían y llevaban los acontecimientos hasta la orilla de la realidad. No hacía falta hablar de la violencia que las mujeres causaban porque esta formaba parte de la maldad consustancial a su condición de mujer.
Nuestra educación ha partido del mito de Eva perversa y la mitológica Pandora, capaces de labrar el destino de la humanidad sobre su ambición, y ha continuado con otros ejemplos mucho más cercanos en la historia y parecidos a lo que ocurre en la actualidad. Desde pequeños nos han transmitido relatos como el de Dalila que seduce y lleva a la muerte a Sansón, el de la bella Salomé que no pide otra recompensa a Herodes Antipas que la cabeza de Juan el Bautista, o el de la atractiva Judith, capaz de llevar a la embriaguez física y emocional al general babilónico Holofernes y de hacerle perder la cabeza, también emocional y físicamente… 
Podríamos continuar sin temor a perdernos. En el imperio de la maldad de las mujeres tampoco se pone nunca la luz de la crítica social, ellas siempre aparecen como las estrellas invitadas capaces de expresarla en cualquier circunstancia y ocasión hasta su grado más extremo. Estas referencias son las que han hecho que haya habido una visión común a la hora de considerar a las mujeres en cada momento histórico, y que en ella no hayan faltado las acusaciones generalizadas hacia ellas como brujas, envenenadoras, vampiresas, parricidas, “viudas negras” o “ángeles de la muerte”. 
Sin embargo, esa misma cultura no ha transmitido la idea del hombre como un ser perverso y ambicioso, como una persona capaz de utilizar la violencia con esa carga de intencionalidad, premeditación y alevosía que busca circunstancias especialmente vulnerables para vencer acabar con la vida de la otra persona. Es cierto que hay múltiples episodios de hombres violentos, de reyes de gran crueldad o de militares insaciables en sus conquistas, pero la mayoría de ellos están relacionados con otras circunstancias de poder o grandes empresas para la sociedad donde la posición de cada hombre se diluye. Y cuando no es así, cada caso es el ejemplo paradigmático que demuestra que se trata de una excepción, de un error o de una alteración del orden.Y por supuesto, no hay una referencia histórica ni un sentimiento en la cultura que presente a los hombres como maltratadores, homicidas de sus parejas ni violadores, aunque si cada episodio fuera un adoquín se podría haber pavimentado cualquiera de la principales vías del Imperio Romano. Parece que la violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja empezó con la Ley Integral.
Cualquier joven al llegar a la adolescencia tiene una idea clara de lo malas que pueden ser las mujeres y de lo valientes que llegan a ser los hombres. Y cualquier persona se puede dar un paseo por la historia del arte para ver reflejados los grandes episodios de la violencia de las mujeres, mientras que difícilmente encontrará alguno relacionado con la violencia de género.
La situación es clara, a pesar de que la violencia ha venido protagonizada históricamente por los hombres, y de que hay una violencia estructural y normalizada que se dirige de hombres a mujeres, hasta el punto de que, incluso, durante años ha sido recogida como una figura específica de nuestro Código Penal (el uxoricidio), para atenuar las penas al marido que mataba a su mujer, la imagen de perversidad y de maldad se ha colocado en la violencia que ejercen las mujeres. Esto hace que la referencia cultural no la justifique ni minimice, sino que, al contrario, la amplifique.
Por eso no es casualidad que ahora, en pleno siglo XXI, cuando la sociedad empieza a identificar y reconocer esas circunstancias específicas de la violencia que ejercen los hombres contra las mujeres amparándose en la complicidad de la relación de pareja o de las justificaciones sociales, muchos hombres y algunas mujeres salten como locos ante cualquier homicidio que comete una mujer, por ejemplo, el que llevó a cabo hace unos días una madre que mató a sus dos hijos en Barcelona (7-4-13), o el último caso de una chica de 17 años de Jaén (11-4-13) que ha ocultado su embarazo y tras dar a luz el recién nacido ha sido encontrado muerto. En cambio, esos mismos hombres y mujeres se unen al silencio histórico que ha secuestrado la crítica social frente a la violencia que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia en forma de desigualdad, de discriminación y de agresiones y homicidios de todo tipo.
Las mujeres también asesinan, nadie dice que no lo hagan, y las mujeres también pueden ser muy crueles, nadie dice que no lo sean. Lo que la violencia de género plantea no es el uso exclusivo de la violencia por los hombres, ni que en las relaciones de pareja sólo sean estos los que la ejercen; la libertad da para mucho, también para que lo hagan las mujeres. 
Lo que la violencia de género plantea es la existencia de una serie de factores estructurales levantados por la cultura patriarcal (androcéntrica, machista, de la desigualdad… como queremos llamarla), que permiten que sea el hombre quien imponga las referencias dentro de una relación de pareja y que, luego, para mantener el orden que considera adecuado pueda llegar hasta la violencia como parte de esa normalidad. Y más tarde, cuando el hombre es denunciado, esas mismas circunstancias que facilitan la conducta violenta, son las que hablan de denuncias falsas, minimizan lo ocurrido, insinúan que “algo habrá hecho ella”… y llegan, incluso, a justificar el homicidio de la mujer con argumentos como los celos, el alcohol, las drogas, el crimen pasional, o los trastornos psicológicos. 
Curiosamente, ¡oh casualidad!, no existe esa misma respuesta ni reacción ante la violencia que pueda llevar a cabo una mujer. Nadie dice eso de “mi mujer me pega lo normal”, ni comentan lo de “algo habrá hecho él”, ni mucho menos hablan de denuncias falsas sin un hombre acude a un Juzgado, tampoco hablan de alcohol, drogas o trastornos mentales… Y no lo hacen porque las “mujeres son malas y perversas”, mientras que los hombres son directos y van de frente, incluso con la violencia por delante.
Estos hombres tan machos y machistas que se dedican a recordar los homicidios que comenten las mujeres, hacen ahora justo lo mismo que han hecho otros hombres a lo largo de la historia, algunos desde antes de La Biblia, intentar demostrar lo malas que son las mujeres para quedar ellos como buenos y justificar su violencia como una defensa. Y debemos agradecer sus esfuerzos, porque cada vez quedan más en evidencia y ponen de manifiesto la realidad de la violencia de género, y la necesidad de abordarla como una violencia diferente al resto de las violencias interpersonales en cuanto a sus motivaciones, objetivos y circunstancias.