viernes, 24 de enero de 2014

Porque Yo Decido por Vicenta Monge

Porque Yo Decido

En dos años, nos han recortado los Derechos Sociales que tanto trabajo y esfuerzo nos ha costado conseguir en este país, tras cuarenta años de dictadura franquista.
Han atacado y recortado brutalmente la Educación Pública, la Sanidad Pública, la Vida Laboral, la Ley de la Dependencia, las Pensiones. Ha aumentado terriblemente el Paro. Nos han vendido a la banca, hasta convertirnos en el último país de Europa.
Recuerdo una frase de mi padre (1921-1985) comunista y rojo: ¨Somos el rabo de Europa¨, desgraciadamente vigente en la actualidad.
Relegan a segundo y tercer plano, la Igualdad entre Hombres y Mujeres, e, ignoran la brutal lacra social que es la Violencia de Género.
Y, ahora para dorar la píldora al sector más rancio y ultraconservador que siempre ha estado a la espera de su oportunidad, nos tocan las libertades.
Porque meter las narices en la actual Ley del Aborto, es eso, recortar la Libertad de las Mujeres.
Al igual que la pretensión de imponer una Ley de Seguridad Ciudadana, también es, recortar las libertades.
El gobierno del PP arroja a las mujeres a las garras de aquellos que agazapados tras la llegada de la Democracia a nuestro país, reclaman su derecho de pernada. Nos ofrecen como moneda de cambio a sus votantes más extremistas.
¨¨Todo para mí¨¨, piensan. Un país de ricos y pobres, del sí “wuana”, del ostracismo, de la pobreza para la mayoría, y, de una escasa minoría que se enseñorea y regocija con los bienes materiales acaparados porque sí.
Este gobierno nos devuelve al Franquismo, se carga el Estado del Bienestar de un plumazo, y, la clase media desaparece agobiada por tanta opresión.
Las españolas y los españoles de a pie, somos buena gente; trabajadora,; de siesta, ¡sí!;campechana; honesta; pacífica; inteligente; humilde; amante de lo suyo; solidaria; y más calificativos que seguro olvido referir.
Pero ¡gente!, si nos tocan el pan de cada día, desarticulan nuestros hogares, y, a nuestras familias, expulsan a nuestras hijas e hijos al extranjero en busca de una nueva vida, si nos amenazan con el silencio, si nos conducen a la mendicidad, a la inseguridad de una digna jubilación, sinceramente creo que podemos estallar.
Luchemos por nuestros Derechos y nuestras Libertades, porque estos dos últimos años, han sido demoledores, y, lo que se traen entre manos, tiene mala pinta por mucho que quieran vendernos humo.
Por ello, las mujeres, que por cierto, estamos presentes en todas las Mareas, Blanca, Verde, Negra, Violeta; etc., volvemos a las calles, alzando nuestras voces, como en los 60 y los 70, por y para la defensa de nuestro Derecho a Decidir sobre nuestra Vida Sexual y Reproductiva, sobre nuestra propia vida.
Llegaremos de todas partes en ¨El Tren de la Libertad¨, con parada final en Atocha (Madrid), el próximo sábado, día 1 de febrero.
Caminaremos hasta llegar frente al Congreso de los Diputados, donde se registrará el manifiesto ¨Porque yo Decido¨, porque somos Libres, y, sobre nuestra Vida sólo mandamos nosotras mismas, ni el Estado, ni la Iglesia, ni la Sociedad.

Porque Yo Decido


Vicenta Monge García
DNI 50.021.618E

Lanzarote, 24 de enero de 2014.

jueves, 23 de enero de 2014

Desiguales por ley: Las políticas públicas contra la igualdad de género por María Pazos



Queridas amigas feministas,

Acaba de salir a la calle mi libro Desiguales por Ley. Las políticas públicas contra la igualdad de género. Es el resultado de mi experiencia como feminista, investigadora y docente. En él pretendo explicar de forma resumida los principales obstáculos que las políticas económicas ponen en el camino a la Desiguales por leyigualdad, aunque declaren lo contrario: a través de las regulaciones de impuestos y prestaciones sociales, pensiones, sistemas de atención a la infancia y a la dependencia… El primer capítulo sitúa el marco teórico (“Bases para una economía política feminista”) y el último (titulado “Hacia la igualdad”) explica cómo es posible avanzar hacia “otro mundo posible”.

Soledad Gallego Díaz se ha prestado generosamente a escribir un magnífico prólogo. El libro se lo dedico a mi madre y a todas las mujeres de su generación que, trascendiendo la ideología patriarcal dominante y su única experiencia vivida, animaron a sus hijas a conquistar la libertad de la que ellas carecían. En esta carta quiero contaros por qué lo he escrito, invitaros a leerlo y, si os gusta, a difundirlo.

Ver la entrada completa en Ciudad de Mujeres.


http://www.ciudaddemujeres.com/?p=3050

miércoles, 22 de enero de 2014

Cinco formas de abortar que reaparecerán si se aprueba la ley Gallardón

Cinco formas de abortar que reaparecerán si se aprueba la ley Gallardón

Las mujeres que quieran abortar, lo harán. La frase no es un argumento de las clínicas que se dedican a la interrupción del embarazo, sino de la Organización Mundial de la Salud, los ginecólogos y psiquiatras. “Hacer legal, seguro y accesible el aborto no incrementa significativamente la demanda. Al contrario, el principal efecto es convertir las prácticas que antes eran inseguras y clandestinas en seguras y legales”, señala un estudio publicado también por la revista The Lancet.

En 2012, último año del que hay registros oficiales, el número de abortos con la ley elaborada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue en total de 112.390. Según datos del Ministerio de Sanidad, son 5.000 abortos menos que en 2010, último año de vigencia parcial de la ley de 1985, la misma que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, pretende endurecer.

Al eliminar el aborto como un derecho que no requiere justificación, al dejar fuera el supuesto de malformación e incluir requisitos como el doble análisis médico y una semana de reflexión, la nueva ley no sólo restringirá las posibilidades de abortar legalmente, sino que inevitablemente propiciará todo tipo de soluciones alternativas. Como advierte la OMS, esas prácticas pueden ser en muchos casos directamente "inseguras e ilegales", con el riesgo que eso supone para la salud de las mujeres.

Tras haber recabado información de ginecólogos, el Gobierno, clínicas abortistas y otros expertos, analizamos las distintas alternativas a la ley Gallardón:


INFORMES FALSOS
report


El anteproyecto del Ministerio de Justicia fía toda posibilidad de abortar al daño psíquico o físico de la embarazada. "Es una cuestión que no tiene nada que ver con la salud mental, la mujer que aborta no es una enferma”, en declaraciones de Eudoxia Gay, presidenta de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), publicadas por El País. Puede ser una situación que derive en problemas psíquicos, pero no se ha establecido que los cause. “A veces intervenimos, pero siempre por iniciativa propia de la mujer, para aliviar, consolar, apoyarla ante la decisión que ha tomado", señala la AEN.

Ante un gran porcentaje de casos que quedan fuera de la ley, los psiquiatras se verán entre dos decisiones muy delicadas: cumplir la ley y abandonar a la mujer en un momento crucial o diagnosticar un problema mental que no existe para permitir que aborte.

"En ese momento va a haber muchos médicos que busquen la manera de que se puedan aplicar abortos", asegura a El Huffington Post Francisca García, presidenta de la Asociación de Clínicas Autorizadas para la Interrupción del embarazo (ACAI). Lo mismo opina Modesto Rey Novoa, ginecólogo en el Hospital Universitario de Burgos. "Habrá muchos colegas que ayuden", asegura el facultativo, también presidente de la Sociedad de Contracepción de Castilla y León.

Es lo que se conoce como el "coladero" del daño psíquico o psicológico, que era el supuesto más utilizado antes de que no hiciera falta justificar el porqué del aborto. La posibilidad de que se viole la ley de esa manera es reconocida incluso en círculos del propio PP y ya se producía al amparo de la ley de 1985, inspiradora de la nueva reforma. Además, ese "coladero" ha sido siempre muy criticado por las llamadas asociaciones provida.

Al explicar el anteproyecto, el Ministerio de Justicia rechaza la posibilidad en una comunicación remitida a El HuffPost. "No se trata de violar el espíritu de ley si no de incumplir la ley. La mala praxis médica está regulada en el caso de los psiquiatras así como de cualquier otro facultativo". Las penas de cárcel oscilan entre uno y tres años para los médicos que firmen con los ojos cerrados partes de daños psíquicos.


EL EXTRANJERO: LISBOA O LONDRES
aborto


"Estuve abortando en Londres y me acordé de ti". La broma, en forma de camiseta de recuerdo, circula por las redes sociales para describir una realidad casi inconcebible para la España que conoció el aborto y la ley de 1985.

La necesidad de dos informes médicos, la semana de reflexión y, sobre todo, la eliminación del supuesto por malformación harán que muchas mujeres se vayan al extranjero, según coinciden los ginecólogos y clínicas que practican abortos. "Será sobre todo Portugal y Reino Unido, que tienen legislaciones que ofrecen mayores posibilidades", asegura el ginecólogo Javier Martínez Salmeán. También podrá ocurrir en Francia, Holanda y otros países del entorno. En la Unión Europea, sólo está terminantemente prohibido en Malta, donde el asunto no es ni siquiera motivo de debate público.

"El problema es que abortar en el extranjero puede costar hasta 4.000 o 6.000 euros, por lo que sólo las mujeres con recursos podrán permitírselo, dejando a las que no los tienen la única posibilidad de recurrir a métodos clandestinos en España, con los riesgos que eso comportará", asegura de Rey Novoa, del Hospital Universitario de Burgos.

En pleno siglo XXI, cuando los vuelos de bajo coste son una realidad en la vida de muchas jóvenes, el aborto en el extranjero será logísticamente mucho más sencillo siempre que pueda ser costeado. Aunque ya no se trate de una aventura en terreno desconocido, el Gobierno no se ha planteado consultar a los países de la Unión Europea sobre posibles restricciones. "El ámbito de competencia legislativa del Gobierno afecta a leyes que son aplicables dentro de su territorio y, como es lógico, no puede interferir en la legislación de otros países", aseguran las fuentes de Justicia. En otras palabras: si hay dinero, vía libre.


SEGUROS Y EN HOSPITALES, PERO ILEGALES
clinica


Una operación menor, la extirpación de un mioma en el útero o cualquier otra excusa podría servir a los médicos de la sanidad pública para realizar abortos tan seguros para la salud de la mujer como ilegales. Aunque a las embarazadas no les acarreará ninguna consecuencia, los médicos se juegan el tipo y se arriesgan hasta a tres años de prisión.

"Esa objeción de conciencia [en este caso, a la ley de Gallardón] no tiene ningún efecto legal, como sí lo estará para quienes no quieran participar en abortos", afirma Rey Novoa. "Hay algunos colegas que ya se han significado a favor y probablemente apliquen los mismos métodos que ante un aborto espontáneo cuando no se expulsa el feto", señala. "Pero además de ilegal, es muy difícil organizativamente y los médicos que acaben registrando una tasa de abortos más alta tendrán que dar explicaciones", lamenta.

"Suena bien desde el punto de vista reivindicativo, pero no es una salida", señala Martínez Salmeán. Demasiada presión para unos médicos que no quieren ser héroes sino "que se trate el aborto como un problema de salud pública", no como una "cuestión moral", tanto desde el punto de vista de la motivación de la mujer como de la ética médica.


LA PELIGROSA CLANDESTINIDAD
celestina


La Celestina (en la imagen, por Picasso), personaje clave y protagonista de uno de los libros fundamentales en el siglo XV, practicaba abortos. En el relato de Fernando de Rojas, la alcahueta y apologeta del sexo pretendía proteger el honor de mujeres en una sociedad hipócrita de nobles o cristianos viejos.

No hace falta remontarse a la literatura renacentista para encontrar abortos clandestinos hechos sin ningún tipo de cuidado, sino que ocurrieron con frecuencia antes de la despenalización. La posibilidad de que regresen "existe", reconoce Francisca García, recordando una vez más que la mujer que quiera abortar, lo hará de todos modos. "Una vez que abandonamos en el terreno de la ley, todo es posible, pero muy arriesgado al carecer de seguimiento y control médico", señala.

Si no hay dinero para irse fuera y tampoco contactos con médicos que sigan practicando abortos pese al riesgo para ellos mismos, la peligrosa clandestinidad se puede erigir en opción. "El riesgo son más abortos sépticos [con riesgo de infección], inducidos, hemorragias", señala Rey Novoa. El problema de salud física y psíquica puede ser irreparable.


TRÁFICO DE PASTILLAS ABORTIVAS
pildora


Hasta la séptima semana tras la amenorrea o desaparición del flujo menstrual, las mujeres pueden abortar con un tratamiento de pastillas conocido como mifepristona o r-486. Se trata de una forma farmacológica de interrupción del embarazo que está recogida por la ley en igualdad de condiciones que la intervención quirúrgica.

Con la ley Gallardón y los nuevos requisitos que retrasan la autorización, será mucho más difícil que dé tiempo a utilizar este método abortivo de forma legal. Por ese motivo, los expertos no descartan que pese al alto riesgo prolifere el tráfico de pastillas o su venta por internet, como pasa con otros muchos medicamentos. Sin embargo, con la ley actual ya se utiliza muy poco y el Ministerio de Sanidad no facilita datos oficiales sobre las mujeres que abortan por esa vía. "En Francia, el país que la desarrolló, es el 50% de los abortos en esas fechas, pero en España su uso es aún muy reducido, un 1% en Madrid, un 5% en Barcelona", señala el ginecólogo Martínez Salmeán.

Su actual uso limitado se explica por trabas políticas y lo consolidadas que están las intervenciones, según el ginecólogo, que trató de establecer su uso regular en el hospital de Leganés, donde fue responsable del servicio de Ginecología.

Lo que pase tras la aprobación de la ley Gallardón, con las pastillas y algunos métodos que parecían relegados al pasado, es una gran incógnita.



Fuente EL HUFFINGTON POST. Publicado 21 enero 2014

EL SILENCIO DE LAS MADRES – Laura Freixas

Babelia (El País), 18-1-14

EL SILENCIO DE LAS MADRES – Laura Freixas

Si hay dos temas literarios eternos, universales, inagotables, son sin duda el amor y la
guerra. De la Ilíada al Capitán Alatriste, del Cantar de los Cantares a Los
enamoramientos, la literatura vuelve una y otra vez sobre lo mismo: el erotismo, la
lucha por el poder, la muerte. Bien. ¿No falta algo?... ¿No hay otra vivencia universal y
eterna, y no menos crucial para la especie humana, que la muerte y el sexo? Hablo, por
supuesto, de la maternidad, y de todo lo que conlleva: concepción, embarazo, aborto,
parto, crianza... Sin embargo, ¡qué curioso!, esa gran experiencia ¿dónde está? ¿qué
obras literarias la reflejan?... Cada año, puntualmente, la literatura española arroja su
cosecha de novelas de la guerra civil, a cargo de autores que no la conocieron;
mientras, también todos los años, más cuatrocientas mil españolas dan a luz y más de
cien mil abortan, pero de eso la literatura no dice una palabra.
El porqué de esta extraña asimetría no es ningún misterio. La literatura la han escrito,
y en su mayor parte la siguen escribiendo, varones, y en ella reflejan sus propias
vivencias, mucho más que las del otro sexo. De 1.200 personajes creados por
Shakespeare, menos de 150 son mujeres, y éstas aparecen además en tanto que
esposas, hijas o amantes del protagonista masculino. La experiencia femenina es como
un iceberg, del que la literatura alumbra solo una pequeña parte: lo que las mujeres
viven con los hombres. El resto: su vida a solas, sus propias ambiciones y deseos
(otros que los amorosos), y sus relaciones entre sí, está a oscuras. Ha empezado a salir
a flote lentamente a medida que más mujeres escriben; pero aún queda mucho
sumergido. Sobre todo la maternidad.

Lo cual no significa que no se escriba sobre ella. Sí se escribe, pero ¿cómo, dónde? En
los libros de autoayuda y las revistas populares. Se nos cuentan las maternidades de
famosas en sus mundos de ensueño, se nos venden libros titulados Disfruta de tu
embarazo o Un comienzo mágico para una vida fascinante, se nos habla, no de
filosofía, historia, política… (¿acaso la maternidad no puede abordarse desde esas
perspectivas?, y sin embargo, las revistas de política, historia o filosofía nunca la
tratan), sino de “recuperar una tripita plana” o de “los flatitos del bebé”. Todo, como se
puede ver, frívolo, superficial… e idealizado. Que la maternidad es “natural”,
maravillosa, y que no admite otra discusión que sobre aspectos prácticos, son axiomas
que casi nadie pone en entredicho. Vivimos en una cultura que tiende a ver a las
madres como función o recipiente, más que como individuos. La imagen de la mujer
embarazada que más se prodiga, a saber: un vientre abultado sin cabeza, lo deja
meridianamente claro. Es una cultura en la que falta una voz: la de las madres
pensantes.

Solo estos últimos años han empezado a aparecer algunos libros que inician un nuevo
camino, abordando la maternidad con espíritu crítico. Es una bibliografía en la que se
difuminan las fronteras entre ensayo, ficción, testimonio; citemos pues, sin otro orden
que el cronológico y limitándonos a España, El vacío de la maternidad, de Victoria Sau
(1995), Maternidades, de Virginia Mataix (1996), Tiempo de espera, de Carme Riera
(1998), Un milagro en equilibrio, de Lucía Etxebarría (2004), Nueve lunas, de Gabriela
Wiener (2009), Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo (2010), Una habitación
impropia de Natalia Carrero (2011), Daniela Astor y la caja negra, de Marta Sanz y
¿Dónde esta mi tribu?, de Carolina del Olmo, ambos de 2013. Seguro que me olvido
títulos, pero aun así, es evidente que tenemos todavía muy poco escrito que nos
permita conocer el punto de vista de las madres. Y si no lo conocemos, ¿cómo
podremos tomar, sin injusticia, las muchas decisiones –el aborto es la principal, pero
no la única- que toda sociedad debe tomar sobre asuntos que afectan, ante todo, a las
mujeres, madres en acto o en potencia?

Fuente: http://www.clasicasymodernas.org/wp-content/uploads/El-silencio-de-las-madres_Laura-Freixas.pdf

martes, 21 de enero de 2014

Victoria pírrica. La "Ley Gallardón" nos coloca en estado de emergencia moral

por Amelia Valcárcel.


Victoria pírrica. La "Ley Gallardón" nos coloca en estado de emergencia moral



La actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que, para general comodidad llamaré ley Aído, pasó por los órganos consultivos correspondientes y fue aprobada en 2010. Lleva tres años de recorrido en los cuales puede juzgarse que su funcionamiento ha sido bueno, puesto que ha frenado la previa inseguridad jurídica de los antiguos supuestos, ha evitado abortos de larga gestación y ha protegido a las menores con riesgos específicos. En conjunto, su resultado es satisfactorio y, por ende, el número total de abortos ha disminuido. Como es sabido, es una ley homóloga con el resto de las europeas y consagra la libertad de decisión de las mujeres para proseguir o no un embarazo durante las primeras 14 semanas. Tras ellas admite varios supuestos en los que puede abortarse una vida fetal que son, lógicamente restringidos, puesto que la ley la protege. Es una ley eficiente, prudente y segura.

Poco conocemos al detalle de la ley Gallardón por el secretismo que ha rodeado su concepción. Pero hay un tema previo, el mandato en que se ampara, que no cabe olvidar. La amplia victoria del PP tuvo un marco claro: españolas y españoles, la gente de este país, dimos al Partido Popular una mayoría absoluta en la confianza de que su cercanía a los lugares de toma de decisiones económicas de calado, haría abrirse las fuentes del crédito y del empleo. O, dicho en otros términos, la victoria conservadora tuvo un marco que eludía su programa. Fue un voto “para salir de la crisis”, bastante alejado del apoyo vehemente a sus coordenadas ideológicas o religiosas. Sin embargo, ya entonces era de temer, y así se expresó, que dadas las dificultades reales económicas y la escasa posibilidad de superarlas en el corto plazo, el partido conservador cayera en la tentación de usar su victoria para implantar un programa moral poco compartido por la ciudadanía, como por lo demás muestran habitualmente las encuestas. Parece confirmarse. La ley Gallardón, a la que denomino así por economía de medios entre otras razones, nos coloca en estado de emergencia moral. Prepara una medicina innecesaria que la situación no demanda y la gente no comparte, pese al esfuerzo en la propaganda devota de las últimas décadas. Solo desde planteamientos minoritarios se mantienen dos cosas: una, que toda vida fetal, con independencia de su grado de desarrollo, es igualmente valiosa, y dos, que la ley debe obligar a creer esto a quienes no acuerden con ello.

Siempre recordaré a la persona que me daba albergue, allá por los años setenta, en mis jóvenes veranos en el sur de Inglaterra. Era una mujer excelente, perspicaz, de mediana edad y conservadora. Inevitablemente acabamos por hablar del aborto. Me transmitió que lo consideraba un hecho grave y que no lo veía justificable casi en ningún caso. Le repliqué entonces con los hechos: con independencia de ello, se produciría de todos modos y, en la alegalidad, sin ningún control. Y me dio entonces una lección que nunca he olvidado. “Considero que es un grave mal”, me dijo, “pero precisamente por ello ha de ser legal”. “Es vergonzoso”, añadió, “ver a esas mujeres españolas que tienen que venir a mi país para realizarlo”. Entendí en un instante la diferencia entre la posición conservadora y la fundamentalista: las convicciones religiosas y morales propias no son fundamento de la ley común.

No entraré en el debate de la moralidad, por tanto, pero tampoco me dejaré arrastrar por convicciones ajenas que no comparto. Y mantengo el derecho a resistirme frente a ellas. Tengo las mías que son de todo punto claras: la decisión de ser madre le corresponde, en primer término, a quien esté en disposición de serlo. Tras dar amparo a esa libertad por el tiempo preciso, debe la ley proteger a la vida fetal y proteger su desarrollo hasta que se convierta en una vida humana completa. Eso hace nuestra ley actual, a la que no encuentro ningún motivo justificado para abrogar. Por lo demás, reabrir el debate del aborto en sí, está lejos de las coordenadas de una sociedad democrática corriente. La libertad de elegir ser madre es libertad admitida. No obstante, la entrada en escena de la ley Gallardón pone a nuestro país en emergencia moral, puesto que la ética civil compartida habrá de medirse de nuevo con las convicciones fundamentalistas.

De todo ello, y si se llega al caso de votar esta ley en las Cortes, advengo al convencimiento de que una mayoría otorgada y alcanzada para fin muy distinto, es malo que pueda usarse para imponer a la generalidad de la gente de este país una horma no compartida, unilateral, que implica una grave pérdida de libertad, y que tiene además seguras y lamentables consecuencias para las personas más débiles. Votar en esas condiciones sería vencer y no convencer. Es más, sería una victoria pírrica. Pirro, rey de Epiro, logró reunir un gran Ejército, apoyado por numerosos elefantes, para conquistar el sur de Italia. Venció, ciertamente, pero con tales pérdidas que no pudo sacar de ello ganancia alguna. Es más, se cuenta que él mismo comentó, acabado el combate: “¡Otra victoria como esta y me vuelvo solo al Epiro!”.

Fuente: El Pais

Francia estudia convertir el aborto en un derecho

Francia estudia convertir el aborto en un derecho
Lun, 20/01/2014 - 08:54

Francia estudia convertir el aborto en un derecho
La ministra francesa de Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem. Foto: EFE
Los diputados franceses debaten hoy sobre dos enmiendas a la ley del aborto que pretenden convertirlo en un derecho para las mujeres, no sometido a supuestos para ser ejercido, y una ampliación de las penas y multas para los que le pongan obstáculos.

Esas dos enmiendas, presentadas por el grupo socialista, se han integrado en un proyecto de ley "Para la igualdad de hombres y mujeres" que va a ser sometido a la Asamblea, y que pretende entre otras cosas favorecer que los padres -y no sólo las madres- tomen permisos para cuidar de sus hijos, imponer una remuneración no discriminatoria y cuotas de mujeres en las empresas.

La Ministra de los Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud Belkacem, explicó en una entrevista a la emisora de radio "RTL" que lo que se pretende con las dos enmiendas es en primer lugar "suprimir de la ley (que data de 1975) la noción de desamparo como condición de acceso al aborto".

"El derecho al aborto debe ser considerado un derecho pleno, no condicionado a cualquier justificación que se imponga a las mujeres", subrayó Vallaud Belkacem, que dijo que "las mujeres tienen que tener libertad para elegir si quieren llevar o no hasta el término un embarazo".

"Esta autonomía en la elección es muy importante en un momento en que vemos en nuestro entorno que las tentativas de regresión son muy presentes. Lo vemos en España pero también en otros países europeos", añadió.

En reacción a la manifestación de ayer en París contra esa modificación legislativa, que según los organizadores reunió a 40.000 personas (16.000 según la policía), la ministra y portavoz del Gobierno aseguró que "la inmensa mayoría de los franceses apoyan completamente el derecho al aborto" y que "no hay riesgo de fractura de la sociedad francesa, es una evidencia".

La otra enmienda prevé una extensión del denominado "delito de obstaculización", para que la difusión de información disuasoria del aborto puede ser penada con dos años de cárcel y 30.000 euros de multa.

Más allá de la cuestión del aborto, la proposición legislativa modifica el dispositivo de los permisos parentales, para permitir que sea de un año (frente a seis meses actualmente) si se lo reparten a partes iguales entre el padre y la madre, con una compensación que podrá llegar a 573 euros al mes.

En la misma línea, para las familias de al menos dos hijos se podrán tomar un permiso laboral de tres años a condición de que el padre asuma al menos seis meses de suspensión de sus actividades profesionales.

Otra de las patas de la ley son las sanciones a las empresas que no cumplan con la equiparación de hombres y mujeres que tienen las mismas funciones, ya que junto a las multas en vigor (de hasta un 1 % de la facturación) no podrán acceder a licitaciones públicas.

Además, las cuotas de mujeres en los consejos de administración (tendrán que ser un 40 % de aquí a 2017) se amplían a las de 250 asalariados y un volumen de negocios de 50 millones de euros.

La paridad se va a introducir progresivamente en el horizonte de 2020 en entidades como las federaciones deportivas, las cámaras de comercio o las instancias consultivas del Estado. EFE

http://m.emisorasunidas.com/noticias/internacionales/francia-estudia-convertir-aborto-derecho

DIEZ RAZONES PARA NO CAMBIA LA LEY DEL ABORTO

El Gobierno no puede legislar para agradar a su electorado más conservador.

Diez razones para no cambiar la ley del aborto
Isabel Serrano/María Luisa Soleto y más



Cada día nos acercamos más a un cambio en sentido restrictivo de la actual ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, aprobada por amplia mayoría en 2010, que el Partido Popular quiere modificar desde el mismo momento en que llegó al Gobierno. Sin duda hay razones para cambiarla o mejorarla, pero el momento social, económico y político no parece el más apropiado para empeorarla. España pasa por malos momentos y utilizar el aborto, por el que tanto sufren las mujeres, como moneda de cambio para contentar a los sectores más conservadores de su electorado, no es justo con las mujeres ni con la sociedad.



Tras casi dos años de reiterados, y a veces contradictorios, anuncios por parte del ministro de Justicia, señor Gallardón, la principal razón esgrimida para este cambio es el compromiso adoptado en su programa electoral. Argumento poco consistente, no solo por los evidentes incumplimientos de la práctica totalidad de los compromisos electorales del actual Gobierno, sino porque ni siquiera se ajusta a la letra de lo comprometido. Entre introducir algunos cambios en la actual legislación, especialmente en lo relativo a las jóvenes de 16 y 17 años, y los drásticos cambios que se avecinan, hay un gran trecho. Ni siquiera el sector más aperturista del PP podía presagiar que van a echar por tierra 28 años de legislaciones razonables.

En el caso del aborto, como en casi todo, hay razones para actuar de una u otra manera. Unas para imponer las propias creencias y deseos a los demás y otras para respetar la autonomía de las mujeres para decidir sobre su cuerpo y su vida.

Nuestras razones para defender el mantenimiento de la actual ley son:

Una. Porque funciona. No se han cumplido las profecías de un incremento notable del número de abortos ni se han producido en sus tres años de vigencia denuncias ni complicaciones sanitarias de ningún tipo. Ha resuelto, pues, gran parte de los problemas de inseguridad jurídica que aquejaban a la ley anterior.

Dos. Porque respeta a las mujeres. El reconocimiento de un plazo en el que las mujeres puedan decidir libremente sobre si quieren seguir adelante o no con su embarazo es la única manera de no atropellar los derechos fundamentales de las mujeres embarazadas. Tres. Porque es conforme a la Constitución.

Contrariamente a lo que se argumenta, la actual legislación no es contraria a la doctrina del Tribunal Constitucional que nunca se ha pronunciado sobre una ley de plazos.

Cuatro. Porque respeta mejor la vida en formación. Establecer límites y ofrecer a las mujeres información y recursos alternativos ha demostrado ser la mejor manera de conciliar los derechos de las mujeres a decidir con el deber del Estado de proteger la vida en formación.

Cinco. Porque es la mayoritaria en Europa. La legislación de plazos es la más establecida entre los países del entorno europeo, especialmente en el contexto de los Estados con quienes compartimos tradición política y constitucional. En una Europa sin fronteras no es razonable que una mujer española sea tratada, en sus derechos básicos, de modo diferente a una francesa, portuguesa o alemana.

Seis. Porque no distingue entre pobres y ricas. Las leyes restrictivas no disminuyen el número de abortos, solo provocan que las mujeres que no tienen recursos económicos lo hagan en peores condiciones, por lo que a la discriminación por razón de sexo se une la discriminación por clase o condición social.

Siete. Porque la población está conforme. La mayoría de la población española no se reconoce en el marco de una legislación restrictiva o prohibicionista en materia de aborto. Según la última encuesta de Metroscopia, una mayoría, el 53%, apoya una ley de plazos como la actual mientras que el 37% prefiere una ley de indicaciones médicas.

Ocho. Porque hace la práctica del aborto más segura y equitativa. Facilitar los trámites hace que los abortos se realicen, como ahora sucede, en periodos muy tempranos de la gestación, disminuyendo los riesgos asociados a los abortos tardíos. Facilita también que las mujeres sean tratadas igualitariamente independientemente de la comunidad autónoma donde vivan.

Nueve. Porque es una ley eminentemente preventiva. La actual legislación no solo aborda la interrupción voluntaria del embarazo, sino la prevención y educación afectiva y sexual de toda la población, en especial de la población más joven, el mecanismo más eficaz para disminuir el número de abortos.

Diez. Porque derogarla supone un retroceso social de décadas. Hoy vivimos mejor porque podemos decidir en lo que concierne a nuestra vida sexual y reproductiva sin que nos persigan. Perder en tres años lo que tardamos 30 en conseguir nos lleva a un pasado de difícil retorno.

Diez razones frente a una. El Partido Popular cuenta, por supuesto, con una mayoría parlamentaria suficiente para aprobar la reforma que desee, se ajuste o no a sus compromisos electorales. Pero también tiene el compromiso social y democrático de gobernar para la mayoría. Sería un buen momento para darse un baño de realidad y favorecer el entendimiento entre los sectores que opinan de distinta manera sin hacérselo pagar a las mujeres que se enfrentan a una interrupción del embarazo y que, con la nueva norma, ganarán sufrimiento y perderán libertad.

No es bueno legislar contra algo que funciona. No es justo desconfiar de la responsabilidad de las mujeres. No es democrático obligar a una mujer a ser madre contra su voluntad. Entonces, ¿por qué castigar a las mujeres? ¿Estamos aún a tiempo de pensar en ellas y dejar las cosas como están?

P.-S.
Firmas: Isabel Serrano Fuster es ginecóloga y portavoz de la Plataforma Decidir Nos Hace Libres, y María Luisa Soleto Ávila es directora de la Fundación Mujeres. Firman también este artículo: María del Puy Zatón (Enclave Feminista), Francisca García Guerrero (Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo-ACAI), Mar Grandal (Católicas por el Derecho a Decidir), Mª Concepción Torres Díaz (Red Feminista de Derecho Constitucional), Marciano Sanchez Bayle (Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública-FADSP), Luis Enrique Sánchez Acero (Federación de Planificación Familiar Estatal-FPFE), Carmen Flores Rodríguez (Federación de Asociaciones de Madres Solteras-FAMS), Empar Pineda (Otras Voces Feministas), Ana Alcalde (Alianza por la Solidaridad), Montserrat Boix (Mujeres en Red), Yolanda Besteiro de la Fuente (Federación de Mujeres Progresistas), Francisca Tarazaga (Mujeres por Europa), Tina Alarcón (Asociación Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales), Teresa López (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales-FADEMUR), Paz Martin (AMALTEA), Beatriz Sagrado Roberto (Médicos del Mundo España), Silvia Calurano (Federación Mujeres Jóvenes), Paloma Gil De La Calle (Asociación de Mujeres para un Envejecimiento Saludable), Elvira Méndez (Asociación Salud y Familia), Pilar Vicente de Foronda (Asociación Igualdad de Género en la Cultura), María Pato Rodriguez (Asociación Eleanor Roosevelt), Silvia Carizo (Asociación de Mujeres Inmigrantes Malen Etxea, País Vasco), Mª Isabel A. González (Colectivo por la Diversidad Rosa Luxemburgo), Maria Ferrero Barrio (Associació de Planificació Familiar de Catalunya i Balears), Amparo Antuña Asenjo (Federación Mujeres Progresistas de Asturias), Elena Álvarez López (Asociación Mujeres Opañel), Sara Díaz Hernández (Asociación de Mujeres de Nosotras Mismas de Chamberí), Elena de León Criado (Asociación Derechos Humanos de las Mujeres y Desarrollo-DEHMUDE), Rebeca Julián Ruiz (Federación Estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales-FELGTB), Montserrat Santos Lorenzo (Asociación Galega para a Saúde Sexual-AGasEx), Celia Arenas Casas (Federación de Asoc. Mujeres María Laffitte), Gloria García-Nieto (Colectivo Escuela No-Sexista, Asturias), Begoña Sánchez González (Asociación Feminista de Asturias-AFA, Esther Martínez Domínguez (STEA, Zaragoza), Antonia Jesús Burgos García (Asociación de Mujeres Nerea, Málaga), Carmen Caparrón Crespo (Asociación de Mujeres Rosa Chacel), Carmen Caparrón (Federación de Mujeres del Poniente por la Igualdad, Almería), Rosa Gómez Torralbo (Federación Feminista Gloria Arenas), Lourdes Muñoz (Plataforma Nosatres Decidim, Catalunya), Mar Vicent, (XATEBA - Asociación por la igualdad y contra la violencia de género, Xàtiva, Valencia), Lola Oltra Gómez (Asociación Eleanor Roosevelt), Concha Alarcón González (Asociaciones por la Igualdad de Género Guadalhorce Equilibra, Málaga), Amanda Rodríguez Pinto (Arcópoli, asociación LGTB+H, Universidades Politécnica y Complutense, Madrid), María Ferraz Dobarro, (Asociación Contramarea, Canarias), Fátima Arranz Lozano (Red Ecofeminista), Angustias Bertomeu Martínez (Asociación E-Mujeres), Anabel Santos Castro (Asociación de Mujeres Puntos Subversivos, Andalucía), Mercedes Ruiz-Gimenez Aguilar (Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos- AIETI), Natalia Salvo (Organizaciones Feministas de Zaragoza), Mª Encina Gutiérrez Ibán (Asociación Leonesa Simone de Beauvoir), Andrea Castillo Díaz (Asociación Ecuestre entre la Vega y la Nieve), Concepción Díaz Rodríguez (Asociación SARAE), Patricia Rodríguez Calviño (Igualdad de las Juventudes Socialistas de España -JSE), Pilar Rodríguez (Partido Socialista, Madrid), Teresa Gutiérrez Álvarez (Igualdad del PSL- PSOE), Laura Nuño Gómez (Áreas Transversales IU-CM), Cándida Barroso Chulia (CCOO, Valencià), Francisca López García, (Confederación Intersindical), Esperanza Montero (Colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, Madrid) y Nirvana González Rosa (Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico, MAMPR).

Fuente: El País

domingo, 19 de enero de 2014

EL TREN DE LA LIBERTAD - MANIFIESTO




Porque yo decido.

Porque yo decido desde la autonomía moral, que es la base de la dignidad de una persona, no acepto imposición, o prohibición alguna en lo que concierne a mis derechos sexuales y reproductivos y, por lo tanto, a mi plena realización como persona. Como ser humano autónomo me niego a ser sometida a tratos degradantes, injerencias arbitrarias y tutelas coactivas en mi decisión de ser o no ser madre.

Porque soy libre invoco la libertad de conciencia como el bien supremo sobre el que fundamentar mis elecciones. Considero cínicos a quienes apelan a la libertad para restringirla y malévolos a quienes no importándoles el sufrimiento causado quieren imponer a todos sus principios de vida basados en inspiraciones divinas. Como ser humano libre me niego a aceptar una maternidad forzada y un régimen de tutela que condena a las mujeres a la “minoría de edad sexual y reproductiva”.

Porque vivo en democracia y soy demócrata acepto las reglas de juego que deslindan derechos de pecados y ley de religión. Ninguna mayoría política nacida de las urnas, por muy absoluta que sea, está legitimada para convertir los derechos en delitos y obligarnos a seguir principios religiosos mediante sanción penal. Como ciudadana exijo a los que nos gobiernan que no transformen el poder democrático, salvaguarda de la pluralidad, en despotismo.

Porque yo decido, soy libre y vivo en democracia exijo del gobierno, de cualquier gobierno, que promulguen leyes que favorezcan la autonomía moral, preserven la libertad de conciencia y garanticen la pluralidad y diversidad de intereses.
Porque yo decido, soy libre y vivo en democracia exijo que se mantenga la actual Ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo por favorecer la autonomía moral, preservar la libertad de conciencia y garantizar la pluralidad de intereses de todas las mujeres.

La Asociación Rural de Mujeres Tiemar se suma al Tren de la Libertad y se adhiere a este escrito.

sábado, 11 de enero de 2014